La inclusión y la apertura son nuestros valores principales. Compartimos nuestras vidas con alegría y humildad, y por eso nos despertamos cada mañana con emoción palpitando en nuestros corazones…
¡El primer mes se ha ido volando!
Días y noches llenos de renovaciones, creación, mucho trabajo y toneladas de diversión. El primer día, ni siquiera sabíamos por dónde empezar, había demasiada basura esparcida y la casa era un desastre, con un jardín abandonado y suelo seco con poco que ofrecer.
Así que simplemente comenzamos reuniendo amigos. Cocinamos, bailamos, tocamos música por la noche y trabajamos durante el día. Las sesiones de yoga por las mañanas, seguidas de interminables conversaciones para manifestar y visualizar este lugar.
Estamos inmensamente agradecidos por cada persona que se ha unido a nosotros hasta ahora, incluso cuando el lugar parecía un sitio en construcción. El entusiasmo y la pasión por la jardinería, la pintura y la limpieza fueron tan contagiosos que nos pusimos manos a la obra, y en solo unas pocas semanas, ¡nuestro nuevo hogar comenzó a brillar!
Es increíble lo que unas pocas personas apasionadas pueden lograr en solo unos días. Rápidamente, este lugar se ha transformado en un hogar para la exploración, la creatividad, las nuevas ideas y las reuniones.
Comenzamos con sueños modestos de tener un jardín para cultivar frutas tropicales y un techo sobre nuestras cabezas. Ahora, esos sueños se están multiplicando y nuestra familia está creciendo. Puede que no sepamos hacia dónde nos dirigimos, pero sentimos que estamos en el camino correcto.
Nuestro objetivo es forjar un pacto de amor y honestidad, elevando nuestras vibraciones y cultivando un campo de energía tan fértil que todos dentro de él puedan florecer.
Cada mañana, durante nuestro círculo, nos desafiamos a nosotros mismos despojándonos de todas las máscaras y revelando la profunda vulnerabilidad dentro de cada uno de nosotros. Esto crea armonía y amor, permitiéndonos abrazar plenamente la realidad de la vida.